la ciencia que une
Científicamente, el poder de un abrazo es restaurador y curativo.
Diversos estudios demuestran que un abrazo VERDADERO, sostenido al menos 20 segundos, activa la liberación de oxitocina —conocida como la hormona de la empatía, que genera calma y fortalece el vínculo a la vez que activa procesos regenerativos físicos y emocionales —, que se aprecian también en el campo o atmósfera que nos rodea por resonancia, mientras reduce los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y fortalece la salud.
Abrazar regula la frecuencia cardíaca, armoniza el sistema nervioso y genera una sensación de seguridad que nutre nuestro cuerpo emocional y energético. Desde la neurociencia afectiva se reconoce que el contacto físico afectivo es un alimento tan necesario como el aire o el agua para nuestro equilibrio psicoemocional y en consecuencia nuestra salud.
Cada abrazo auténtico crea un pequeño campo de coherencia que se expande más allá de los cuerpos que se encuentran. La biofísica ha demostrado que el corazón emite una frecuencia electromagnética capaz de sincronizarse con la de otros corazones cercanos, creando un estado compartido de armonía. Cuando abrazamos con presencia y amor, unimos latidos, vibraciones y consciencias, contribuyendo a la resonancia colectiva del planeta. Así, un gesto aparentemente simple se convierte en un acto de GEOARMONIA: Armonizando el campo de la Tierra desde el corazón humano.
Cada latido cuenta, cada sonrisa cuenta, cada abrazo multiplica !
“Abrazos Gratis – Free Hugs” es una invitación abierta a ejercer el poder más humano, sencillo y universal que poseemos: abrazar. No requiere dinero, solo presencia. No implica ideologías, solo humanidad. Abrazar es un acto revolucionario de conexión, cohesión y sanación colectiva.
Ama, sonríe, compARTE, abraZa : es curativo, natural y gratis !
REFERENCIAS CIENTÍFICAS:
Light, K.
C., Grewen, K. M., & Amico, J. A. (2005). More frequent partner hugs and
higher oxytocin levels are linked to lower blood pressure and heart rate in
premenopausal women. Biological Psychology, 69(1), 5–21.
https://doi.org/10.1016/j.biopsycho.2004.11.002
Grewen, K.
M., Anderson, B. J., Girdler, S. S., & Light, K. C. (2003). Warm partner
contact is related to lower cardiovascular reactivity. Behavioral Medicine,
29(3), 123–130. https://doi.org/10.1080/08964280309596065
Holt-Lunstad,
J., Birmingham, W., & Light, K. (2008). Influence of a "warm
touch" support enhancement intervention among married couples on
ambulatory blood pressure, oxytocin, alpha amylase, and cortisol.
Psychosomatic Medicine, 70(9), 976–985.
https://doi.org/10.1097/PSY.0b013e318187aef7
Ditzen, B.,
Neumann, I. D., Bodenmann, G., von Dawans, B., Turner, R. A., Ehlert, U., &
Heinrichs, M. (2007). Effects of different kinds of couple interaction on
cortisol and heart rate responses to stress in women.
Psychoneuroendocrinology, 32(5), 565–574.
https://doi.org/10.1016/j.psyneuen.2007.03.011
Cohen, S.,
Janicki-Deverts, D., Turner, R. B., & Doyle, W. J. (2015). Does hugging
provide stress-buffering social support? A study of susceptibility to
infectious disease. Psychological Science, 26(2), 135–147.
https://doi.org/10.1177/0956797614559284
McCraty, R.,
Atkinson, M., Tomasino, D., & Bradley, R. T. (2009). The coherent heart:
Heart-brain interactions, psychophysiological coherence, and the emergence of
system-wide order. Integral Review, 5(2), 10–115.
McCraty, R.,
& Childre, D. (2010). Coherence: Bridging personal, social, and global
health. Alternative Therapies in Health and Medicine, 16(4), 10–24.
Field, T.
(2010). Touch for socioemotional and physical well-being: A review.
Developmental Review, 30(4), 367–383. https://doi.org/10.1016/j.dr.2011.01.001